Tener una conexión rápida y estable en casa es tan esencial como tener electricidad o agua. Hoy dependemos de Internet para trabajar desde casa, para estudiar online, para hacer videollamadas familiares, para disfrutar de Netflix o Disney Plus sin cortes y también para jugar online sin sufrir retrasos. Pero seguro que te ha pasado: de repente la conexión se vuelve lenta, la película tarda en cargar, las descargas se eternizan o el juego se congela. Y entonces pensamos: “necesito contratar más megas”. Sin embargo, no siempre es así. Antes de gastar dinero, hay muchas acciones que puedes llevar a cabo para mejorar la velocidad de Internet en casa gratis, usando solo algunos trucos prácticos y de sentido común.
Uno de los factores más importantes es el lugar donde colocas el router. Pocas personas piensan en esto, pero la ubicación puede marcar la diferencia entre tener una señal estable o sufrir cortes constantes. El router no debería estar escondido en un armario ni en el suelo, mucho menos junto a electrodomésticos como el microondas, que genera interferencias en la banda de 2.4 GHz. Lo mejor es situarlo en una zona central de la casa, en una posición elevada y despejada. Si tu router tiene antenas, colócalas en diferentes direcciones, una vertical y otra horizontal, para ampliar la cobertura tanto en la misma planta como en pisos superiores o inferiores. Con este gesto tan simple puedes ganar potencia de señal sin gastar ni un euro.
Otro truco clave para mejorar la conexión WiFi en casa sin gastar dinero es vigilar quién está conectado a tu red. Tal vez tengas demasiados dispositivos activos al mismo tiempo, o incluso alguien ajeno a tu hogar esté usando tu Internet sin permiso. Para comprobarlo, accede al panel de configuración del router escribiendo 192.168.1.1 en tu navegador. Allí podrás ver la lista de dispositivos conectados. Si detectas aparatos extraños, cambia inmediatamente la contraseña y activa cifrado WPA2 o WPA3. También es recomendable desconectar dispositivos que no estés utilizando, como televisores inteligentes, asistentes de voz o consolas en reposo, porque aunque parezcan inactivos, muchos siguen consumiendo ancho de banda en segundo plano.
No solo los dispositivos conectados al router influyen, también las aplicaciones en segundo plano pueden estar consumiendo Internet sin que lo notes. En el ordenador, abre el administrador de tareas (en Windows con Ctrl+Shift+Esc, en macOS desde Monitor de Actividad) y revisa qué programas están utilizando la red. Muchas veces servicios de almacenamiento en la nube como Dropbox, OneDrive o Google Drive sincronizan archivos automáticamente y ralentizan todo lo demás. En el móvil, entra en los ajustes de datos y restringe el acceso en segundo plano de aquellas apps que no son esenciales. Al hacer esto, concentras la velocidad en lo que realmente te importa en cada momento, ya sea una videollamada de trabajo o una partida online.
Las mejores extensiones de navegador para proteger tu privacidad onlineUn consejo muy práctico es aprender a alternar entre la banda de 2.4 GHz y la de 5 GHz, que la mayoría de routers modernos ofrecen. La banda de 2.4 GHz tiene más alcance, pero es más lenta y sufre más interferencias, mientras que la de 5 GHz ofrece mayor velocidad y estabilidad aunque su cobertura es más limitada. Si estás cerca del router y quieres máxima velocidad para descargar o jugar, conecta tu dispositivo a la red de 5 GHz. Si en cambio te mueves por la casa y lo que necesitas es alcance, elige la de 2.4 GHz. Usar cada banda en función de la necesidad es una manera sencilla de optimizar la experiencia de navegación sin pagar más.
Reiniciar el router puede parecer un truco de la abuela, pero funciona. Con el tiempo, el dispositivo acumula conexiones y procesos internos que hacen que la red se vuelva menos eficiente. Apagarlo y encenderlo libera recursos y mejora la estabilidad. Lo ideal es hacerlo al menos una vez por semana. Puedes incluso automatizarlo usando un enchufe inteligente para que el router se reinicie en la madrugada, cuando nadie lo está usando. Esta medida ayuda a que la conexión se mantenga fresca y veloz a lo largo del tiempo.
Mantener el router actualizado es otro factor que pasa desapercibido. Los fabricantes suelen lanzar actualizaciones de firmware que no solo corrigen vulnerabilidades de seguridad, sino que también optimizan el rendimiento. Sin embargo, pocos usuarios se molestan en comprobarlo. Accede al panel de tu router y busca la sección de actualización. Si tu modelo es moderno, tal vez ya se actualice solo, pero si no, descarga la última versión desde la web oficial del fabricante. Este paso puede mejorar la velocidad de tu Internet en casa sin gastar nada y, además, te protege frente a posibles intrusos.
Aunque el WiFi sea muy cómodo, a veces lo más sencillo es recurrir a un buen cable Ethernet. Si teletrabajas y necesitas estabilidad total en videollamadas, o si juegas en línea y cada milisegundo cuenta, conectar tu ordenador o consola al router con cable es la mejor opción. No significa que tengas que abandonar la libertad del WiFi, sino que puedes reservar la conexión por cable para aquellos dispositivos en los que la velocidad y la estabilidad sean críticas. Y casi siempre tienes un cable Ethernet en casa que puedes reutilizar.
Las mejores extensiones de navegador para proteger tu privacidad onlineOtra forma de entender qué ocurre en tu red es hacer un test de velocidad en diferentes momentos del día. Puedes usar herramientas como Speedtest para medir tu velocidad de subida y bajada en segundos. Realiza pruebas en la mañana, tarde y noche, así podrás detectar si la lentitud se debe a la saturación general de la red en horas punta o a un problema en tu propia configuración doméstica. También puedes probar desde diferentes habitaciones para comprobar dónde la señal es más débil y aplicar mejoras allí.
Hablando de saturación, algo que conviene tener en cuenta es que las redes de los proveedores se congestionan en determinados horarios, sobre todo en la franja nocturna cuando la mayoría de personas está viendo series o jugando online. No puedes cambiar eso, pero sí puedes organizar tus descargas o actualizaciones de gran tamaño para momentos en los que la red está menos saturada, como la madrugada o primeras horas de la mañana. De esta manera aprovecharás mejor el ancho de banda disponible.
Hay otro consejo tan simple que parece obvio, pero que muchas veces pasamos por alto: cerrar pestañas y ventanas del navegador que no necesitamos. Cada pestaña abierta puede estar ejecutando scripts, cargando anuncios, reproduciendo vídeos en segundo plano o recibiendo notificaciones en tiempo real. Todo eso consume recursos y ralentiza tu experiencia de navegación. Si reduces las pestañas abiertas a lo esencial, notarás una mejora inmediata, especialmente si tu ordenador no es muy potente.
En resumen, mejorar la velocidad de Internet en casa sin gastar dinero es totalmente posible y está al alcance de cualquiera. Basta con ser un poco más conscientes de cómo funciona nuestra red y aplicar pequeñas mejoras: ubicar bien el router, vigilar los dispositivos conectados, alternar entre las bandas de frecuencia según convenga, reiniciar y actualizar periódicamente, utilizar cables Ethernet cuando sea necesario, controlar las aplicaciones en segundo plano, organizar las descargas en horarios estratégicos y cerrar pestañas innecesarias. Todos estos trucos, además de prácticos, son gratuitos y pueden marcar la diferencia entre una conexión frustrante y una red fluida en la que todo funciona como debería.
Las mejores extensiones de navegador para proteger tu privacidad onlineLo mejor es que al aplicar estos consejos no solo mejoras la velocidad, también alargas la vida útil de tu router y proteges tu red de intrusos. Y si después de optimizar todo todavía sientes que tu conexión es insuficiente, entonces sí será el momento de plantear un cambio de plan o de proveedor, pero habrás tenido la tranquilidad de saber que primero aprovechaste todas las opciones gratis disponibles.