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Introducción a la aerotermia en el piso
Imagina encender la calefacción en pleno invierno sin disparar la factura de la luz, o refrescar tu hogar en verano de forma eficiente y sostenible. Eso es, a grandes rasgos, lo que ofrece la aerotermia. En un contexto en el que los precios energéticos suben un día sí y otro también, esta tecnología basada en la bomba de calor aire-agua se ha convertido en una opción cada vez más atractiva para propietarios de pisos y apartamentos.
¿Pero sabes realmente cuándo compensa instalarla y cuándo podría no ser la mejor idea? En este artículo abordaremos de forma amena los pros y contras, con ejemplos, cifras orientativas, una tabla de costes y hasta un par de citas que te harán sonreír y reflexionar. Si quieres profundizar más, visita nuestro sitio web de referencia aquí.
Cómo funciona la aerotermia y qué la hace tan atractiva
La aerotermia aprovecha la energía del aire exterior, incluso en condiciones de frío, para producir calefacción, ACS (agua caliente sanitaria) y refrigeración. Una bomba de calor aire-agua extrae calor del aire del exterior y, mediante un ciclo termodinámico con un gas refrigerante, lo transfiere al circuito de calefacción o a un depósito de agua.
Gracias a su elevado rendimiento (coeficiente de rendimiento o COP suele rondar 3–5), por cada kW eléctrico consumido se obtienen 3 a 5 kW térmicos. Como apunta el ingeniero Miguel García: “La aerotermia es simplemente aprovechar el calor que ya existe, no fabricarlo desde cero”.
Este concepto resulta especialmente interesante porque:
- Reduce el consumo de energía convencional (gasoil, gas natural o electricidad resistiva).
- Emite menos CO₂, alineándose con los objetivos de sostenibilidad y descarbonización.
- Ofrece confort tanto en calefacción como en refrigeración.
- Puedes beneficiarte de ayudas y subvenciones locales o estatales.
Cuándo compensa instalar aerotermia en un piso
1. Viviendas nuevas o muy eficientes
Si tu piso forma parte de un edificio de nueva construcción con aislamiento de altas prestaciones, ventanas de doble o triple vidrio, y sistemas de ventilación controlada, la demanda energética es baja. En estos casos, el rendimiento de la aerotermia se aprovecha al máximo y la amortización puede producirse en 5–7 años.
2. Climas templados o con inviernos suaves
En zonas donde la temperatura rara vez baja de -5 °C, la aerotermia mantiene un COP elevado casi toda la temporada. Ciudades mediterráneas o costeras son un escenario ideal para sacarle partido durante más meses al año.
3. Reemplazo de sistemas eléctricos antiguos
Si tu piso actual cuenta con radiadores eléctricos de resistencia (con vector térmico), cambiar a aerotermia puede suponer reducir la factura de calefacción hasta en un 50%. La inversión inicial se compensa con el gran ahorro en consumo eléctrico.
4. Aprovechar subvenciones y programas de rehabilitación
En muchos lugares existen incentivos para impulsar la aerotermia (Programa PREE, Fondos Next Generation EU, ayudas autonómicas o municipales). Con una subvención del 30–40%, el coste neto baja considerablemente, acelerando el retorno de la inversión.
Cuándo puede no compensar la aerotermia en un piso
1. Aislamiento deficiente
Si tu vivienda carece de un aislamiento apropiado —muros antiguos, ventanas simples o puentes térmicos frecuentes—, la bomba de calor tendrá que trabajar más horas, bajará su rendimiento y el ahorro se reducirá drásticamente.
2. Espacios muy grandes o con techos altos
En un piso de más de 150 m² o con techos excesivamente altos, la potencia requerida es mayor y la inversión inicial puede elevarse por encima de los 10 000 €. En estos casos, la rentabilidad se alarga y a veces resulta más interesante un sistema mixto con caldera de condensación.
3. Zonas con temperaturas extremas
En regiones donde las temperaturas invernales bajan de -10 °C de forma prolongada, la bomba de calor aire-agua pierde eficiencia (su COP baja). Puede requerir apoyo extra con resistencia eléctrica o caldera de respaldo, encareciendo costes de mantenimiento y operación.
4. Falta de espacio para la unidad exterior
La instalación requiere una unidad exterior con suficiente espacio libre y buena ventilación. En algunos edificios históricos o comunitarios (demás fachadas protegidas) no es viable instalarla sin afrontar complejos trámites de licencia y estética.
Comparativa de costes y ahorros
| Concepto | Caldera gasóleo/gas | Aerotermia (bomba de calor) |
|---|---|---|
| Inversión inicial | 3 500–6 000 € | 6 000–10 000 € |
| Consumo energético anual | 2 500 € | 1 000 € |
| Ahorro estimado | – | 1 500 € / año |
| Amortización sin ayudas | n/a | 4–7 años |
| Amortización con subvención del 30% | n/a | 3–4 años |
Estos importes son solo orientativos y pueden variar según la zona geográfica, el instalador y las características del edificio.
Consejos para sacar el máximo partido
- Optimiza el aislamiento térmico antes de la instalación.
- Combina la aerotermia con suelo radiante o fan coils de baja temperatura.
- Programa temperaturas diferenciales (“modo confort” y “eco”) para maximizar el COP.
- Mantén la unidad exterior limpia y realiza revisiones anuales.
- Aprovecha las ayudas locales y estatales, gestionándolas con el instalador.
Como bien dice la experta en energías renovables Ana Torres: “Una aerotermia mal aprovechada puede ser tan costosa como ineficiente, pero bien diseñada es la mejor aliada para un hogar confortable y sostenible”.
Conclusión
La aerotermia en pisos tiene un gran potencial de ahorro y de reducción de emisiones de CO₂, especialmente si tu vivienda está bien aislada, en un clima moderado y puedes acceder a subvenciones. No obstante, si el aislamiento es deficiente, el espacio limitado, o las temperaturas exteriores muy extremas, conviene analizar otras alternativas o sistemas mixtos.
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